La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha hecho público su informe Determinación del Coste de Nuevos Entrantes (CONE) para la determinación del estándar de fiabilidad. De este documento obtenemos informaciones relevantes para el futuro del sector energético, y se establece como paso previo para seguir avanzando en los mercados de capacidad.
Este informe nace como respuesta a la petición del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico en la que se solicitaba el cálculo de los valores correspondientes al coste de nueva entrada, así como una propuesta de estándar de fiabilidad.
Con respecto a los resultados, el documento indica que el estándar de fiabilidad depende de la tecnología de la prolongación de la vida de los ciclos combinados en España, cuyo CONE fijo se ha estimado en un intervalo de entre 27.216 y 41.585 €/MW. Partiendo del Valor de Carga Perdida (VoLL) propuesto por el Ministerio (22.879 €/MWh), obtenemos un estándar de fiabilidad que oscilaría entre 1,19 y 1,82 horas. Por tanto, poniendo como base un valor promedio, este estándar se situaría en 1,5 horas, una cifra superior a las 0,94 horas que inicialmente había propuesto el Ministerio.
Extender la vida útil de la cogeneración
El informe de la CNMC arroja datos importantes para el porvenir de la cogeneración. Por una parte, se considera que es una tecnología candidata y viable de cara a prolongar su vida útil. De hecho, según el informe, a pesar de que el PNIEC prevé la celebración de subastas para la construcción de nuevas instalaciones, “se contempla como opción más económica la prolongación de la vida de la cogeneración”. Esto se debe principalmente a que extender la vida útil de las plantas permitiría maximizar la inversión inicial y aprovechar instalaciones que aún tienen capacidad operativa, reduciendo la necesidad de construir nuevas plantas y sus costes asociados.
Por otra parte, la modernización de estas instalaciones se alinea con la necesidad de aportar mayor flexibilidad y eficiencia al sistema eléctrico en un contexto de transición energética. La prolongación de la vida útil de las plantas de cogeneración no solo tiene un impacto positivo en términos económicos, sino que también contribuye al desarrollo sostenible, la eficiencia energética y la estabilidad del sistema energético global.