La aplicación de un plan de gestión energética específico en las pymes adaptando medidas de eficiencia “puede reducir la factura energética entre un 18 y un 25%”, con un periodo medio de amortización de un año y medio, según un reciente estudio publicado por la revista Sustainability. El estudio estima, además, que “el 40% de las acciones destinadas al ahorro no requiere ninguna inversión de capital”. Aplicar criterios de eficiencia energética permite un ahorro económico directo así como en emisiones, contribuyendo a la sostenibilidad.
El informe recomienda cuatro pasos clave para aplicar un Sistema de Gestión de la Energía en la pyme que garantice “una gestión efectiva y exitosa de la energía” y mejore el uso de la energía y sus costes:
- Medir los consumos de energía
- Establecer medidas pasivas como el uso de tecnologías de alta eficiencia
- Adoptar políticas y medidas activas de gestión, como equipos automáticos de control
- Monitorizar y controlar los resultados
Para Sergio Maynar, director de Neoelectra Energía, estas medidas, que tienen como objetivo mejorar la eficiencia energética y reducir los costes operativos, deben ir acompañadas de la aplicación de un modelo de gestión energética a la medida de las necesidades de la compañía y en función de los precios de mercado.
“Un sistema de gestión de la energía no requiere siempre de grandes inversiones como puedan ser la adquisición de equipos. Una medida importante puede ser escoger una tarifa eléctrica y de gas adecuada a la actividad de la pyme y a la situación del mercado eléctrico para empezar a aplicar estas soluciones y hacerla más eficiente y competitiva”, explica Maynar.
En un entorno como el actual existe la posibilidad de crear tarifas mixtas personalizadas que combinen precios fijos con precios indexados. “El precio fijo es muy útil cuando las cotizaciones del mercado están bajas, para así mantener esa ventaja en el tiempo, mientras que cuando las cotizaciones del mercado están altas, pero con previsión de bajar, es mejor optar por precios indexados”, indica el experto.
Reducir la huella de carbono de las pymes
En España, la demanda de energía de las pymes supone en torno a un 41% del consumo interior, según un estudio publicado por la revista Clean Technologies and Environmental Policy. A nivel mundial, según el informe de Sustainability, las pymes suponen el 13% de la demanda mundial de energía. De hecho, si las pymes fueran un país, ocuparían el tercer lugar en términos de uso de la energía, solo detrás de China y los Estados Unidos[1].
Además de la contribución de las medidas para mejorar la eficiencia energética de las pymes y, por tanto, su competitividad, el estudio remarca la importancia de la gestión energética de las pequeñas y medianas empresas para luchar contra el cambio climático, ya que “aunque no consumen grandes cantidades de energía”, representan el 99% de la actividad empresarial en Europa y en todo el mundo y “su consumo acumulado de energía es remarcable”.
El estudio señala que “aunque el impacto de las empresas es individualmente pequeño, la huella de carbono de las pymes es muy alta, teniendo en cuenta su gran número de ellas”. Por ello, gestionar de manera adecuada la energía en las pymes es fundamental, “no solo por una cuestión económica y de competitividad empresarial, sino también por razones medioambientales”, destaca Maynar.
[1] Joanna Southernwood et al.: Energy Efficiency Solutions for Small and Medium