La UE apuesta por la captura y almacenamiento de carbono para cumplir sus metas climáticas, tecnología que Carboneco emplea desde hace décadas.

En un paso determinante hacia la neutralidad climática, la Unión Europea (UE) ha activado su ‘plan b’ para descarbonizar la industria, priorizando la captura y almacenamiento de carbono (CAC) como estrategia. Con una inversión estimada de alrededor de 3.000 millones de euros, Bruselas busca cumplir con los ambiciosos objetivos de la Ley de Industria Net Zero (NZIA) y limitar el calentamiento global a 1,5°C para el año 2050.

Así pues, firme en su compromiso de reducir las emisiones en al menos un 55% para 2030, la Comisión Europea presenta un enfoque integral para la gestión industrial del carbono (ICM) en un documento que se espera presente en febrero de 2024. Sin embargo, este camino hacia la neutralidad climática no está exento de desafíos significativos, como la necesidad de incentivos económicos y una regulación adecuada que abarque toda la cadena de valor de la gestión del carbono industrial.

En el corazón de esta estrategia se encuentran las tecnologías de captura y almacenamiento de carbono, abordando emisiones residuales en sectores difíciles de reducir, como el del cemento o el químico. La UE prevé capturar al menos 50 millones de toneladas de CO2 anuales para 2030, aumentando hasta 450 millones para 2050.

Economía climáticamente neutra, objetivo 2050

La UE establecerá tres vías para la ICM en las próximas décadas: CAC, eliminación de carbono y captura de carbono para utilización (CCU). Estas vías buscan abordar integralmente las emisiones residuales de la industria, permitiendo una transición hacia una economía climáticamente neutra en 2050.

El rol de las empresas, clave en la transición energética

En este contexto, en Grupo Neoelectra contribuimos a la reducción de emisiones para liderar la transición energética. A través de nuestra filial Carboneco, operamos plantas de recuperación, reciclaje y comercialización de CO2 de alta pureza, demostrando que la gestión responsable del carbono no solo es una necesidad ambiental, sino también una oportunidad para la sostenibilidad y la innovación.

Tras un completo proceso de lavado y purificación, transformamos el CO2 en un producto de muy alta calidad para usos alimentarios e industriales.

Este proceso contribuye además, a la sostenibilidad de las plantas, reduciendo considerablemente las emisiones a la atmósfera, y por tanto, afianzando el compromiso de nuestro Grupo con la protección y cuidado del medio ambiente, en cumplimiento con los objetivos marcados por la UE.